RELACIÓN DEL DOLOR DE CABEZA CON LOS DIENTES
El desajuste dental y en la dinámica mandibular es una causa más que suficiente para
provocar cefaleas intensas incluso crónicas. Teniendo en cuenta que el 30% de cefaleas se
originan en la boca, debemos considerar acudir al dentista para solucionar el problema. Es
importante saber que una bonita sonrisa no es sinónimo de función correcta, el análisis de la
dinámica mandibular es un proceso muy delicado y complejo, que , a simple vista no se puede
determinar.
Para conseguir que los dientes guíen y permitan realizar los movimientos
correctos del sistema musculoesqueletico que los rodea se debe analizar en que punto o
puntos se están creando interferencias y modificarlas. Mientras no se realiza este tratamiento,
la musculatura de la boca mantiene apretados los dientes intentando “desgastar” estas
interferencias que encuentra para estar en armonia, contrayéndose y provocando una muy
dolorosa cefalea tensional, es el famoso Bruxismo.
SOLUCIÓN TÍPICA
Antiguamente se intentaba paliar este dolor con férulas de descarga, y aunque sí que conseguían relajar la musculatura por el mero hecho de eliminar el contacto entre dientes, los pacientes continuaban sintiendo dolor pues el espesor de 2 mm de la férula provoca una posición de la rama mandibular más adelantada y
por tanto una mayor compresión del nervio trigémino. La férula de Michigan solamente es usado por la noche, lo que equivale a 16 horas sin “tratamiento”.
SOLUCIÓN OPTIMIZADA
La rehabilitación neuroclusal es la clave del tratamiento, cuyo objetivo es conseguir la armonía entre todos los
elementos bucales, aliviando así tensiones y compresiones neuronales, mediante un
tratamiento personalizado para cada paciente.
Desde el mismo momento del parto y a lo largo de nuestra vida nos influyen factores externos
que si sabemos cómo manejarlos evitarán problemas bucodentales que provocan alteraciones
sobre el nervio trigémino, en la cabeza y cuello este nervio se encarga de regular muchas
funciones y por ello hay un sinfín de síntomas relacionados con alteraciones del mismo:
dolores de cabeza, migrañas, mareos, alergias, muscosidad, sequedad de ojos y boca, pidtidos
en el oído, dolor en el oído, alteraciones en el gusto… La clave está en la prevención, y por
eso no debe extrañarnos que los bebés, aún sin dientes deban ser revisados por el odontólogo,
el cual podrá determinar si algo no marcha bien, antes de que los síntomas alarmen a los
padres.
SINTOMAS
Ruidos en el oído, rechinar, o levantarse cada día con un dolor de cabeza tipo “turbante” nos
indican que la solución está en la boca.